lunes, 25 de agosto de 2014

Gran ruta de BTT: Canicosa de la Sierra – Aranda de Duero; parte II.

 

 

 
La semana anterior nos quedamos en Hontoria del Pinar, a las puertas del Cañón del Río Lobos. Seguimos desde ahí, pues.

En Hontoria, acumulados unos 20 km. - como en hora y media - y hemos salvado la parte orográficamente más difícil de la ruta, aunque a falta, aun, de su mayor desnivel que encontraremos nada más superar por el Puente de los Siete Ojos; pero esto lo contamos luego. En Hontoria nos tomamos un descansito, reponemos agua, comemos algo… Y, al abandonar esta localidad, nos dirigimos hacia el sur, adentrándonos en la Cañón del Río Lobos.

El Río Lobos está seco, puesto que estamos lejos de la época de deshielos y recientemente no hubo lluvias fuertes, lo que podría haber dificultado los próximos 11 kms. de modo importante. Por contra, pensamos, sería inútil venir aquí con la piragua, como hicimos hace ya algún tiempo… Una jornada bien interesante aquélla…

El tramo entre Hontoria y el Puente de los Siete Ojos lo valoramos como, quzá, la parte más bonita de la ruta, o casi; y es que transcurre por el fondo del cañón, por una senda  que evita el cauce al seguir, en general, la orilla derecha, aunque lo cruza en varias ocasiones; serpea continuamente por entre el arbolado de fondo, evitando a derecha e izquierda el roquedo, cuevas y surgencias y sumideros - activos solamente en los periodos de grandes lluvias y deshielos y visitables solo con técnicas espeleológicas -, sinuosos meandros y barrancos....

En el lecho arenoso llama la atención la profusión de canutillos de tricóptero, a la espera de condiciones ambientales propicias; en lo alto los buitres y las cazadoras, que se aprovechan del propicio hábitat del Parque. Los paredones de caliza que, continuamente, nos rodean resultan verdaderamente impresionantes vistas desde aquí abajo y el crepitar de los tacos de las ruedas en cantos y arenas reverberan en un peculiar eco, durante los escasos silencios que permite el paso de tanto BTTero.

Del Puente de los Siete Ojos para abajo, quedan otros 10 km. de fantástico cañón, hasta el paso de Ucero, pero están fuera de la trayectoria de hoy, ya que allí tomamos, hacia al derecha (hacia el oeste): un “pedazo” cuesta de 175 m. de desnivel y unos 2 km. “estupendos” (casi el 10% de media) y que en sus 1ºs. 500 m. ascienden unos 100 (casi 20 %). ¡Divertidísimo!, ya decimos. El descenso desde el alto (a casi 1200 m.) hasta la dehesa boyal, en el valle, va primero por una impresionante cornisa, seguida de una espectacular bajada por un vértice que la pared dibuja en una de las arrugas del Vallejo de la Sierra.

A partir de aquí, si bien el recorrido no pierde belleza, interés, aromas…, puesto que continua recorriendo, siguiendo y atravesando, valles, aguas, bosques, monte bajo, etc., hay que reconocer que la emoción del recorrido baja un punto, ya que deja atrás los grandes desniveles y la tendencia es descender más suavemente según que nos acerca al Duero, nuestro objetivo en Aranda. Sin olvidar que, casi en mitad del recorrido, tiempo y distancia se acumula en la piernas y la ruta se transforma, en parte al menos, en carrera de resistencia, pues aun queda mucho y parte de la motivación es seguir disfrutando, pero también el reto de poder con la kilometrada, el reloj e, incluso, con nosotros mismos.

Kilómetro 46, Orillares; en el 47 en un pequeño cañón, trabajo del río Pilde, el avituallamiento. Felipe (“Lipín”), con su furgoneta, toldo, mesas, sillas, cervezas y refrescos en hielo, tortillas, pan, lazos de Soria, frutos secos, barritas y geles energéticos… El “menú” completo y perfecto para reponer fuerzas y descansar un rato; ¡esto es organización, montón de gracias David y Felipe!. Unas fotos y, ¡venga, seguimos!. Y es que el tiempo vuela, hemos llegado a las 12 45 y son las 13 15…

Transitamos entre los ríos Espeja y Pilde, superamos a izquierda y derecha pueblos como Hinojar, Alcubilla, Coruña – entramos en la cuenca del río Arandilla -, Alcoba, Brazacorta, Arandilla…, estamos en la Ribera, superamos Peñaranda y por San Juan viramos hacia el Duero y el sur del Monte de la Calabaza, que sendeamos con la alegría de las 10 de la mañana… Es curioso, los kilómetros, ahora, parecen no pesar; ¡Se nota que llegamos a casa!: La Colonia, Cantaburros, el Parque de la Isla, el del Barriles… ¡Estamos en casa, enhorabuena!. Son las 5 y 10 y los GPS marcan entre 100 y 102 (?) km.  Unas fotos y ¡nos vemos luego para el chuletón!.

¡Mil gracias, Tábanos!; a todos, especialmente a los que se ha trabajado la ruta, una maravilla.

¿Quieres venir y disfrutarlo?.

En Kinedomus Bienestar, tenemos a tu disposición toda la información y ayuda para preparar tu jornada.

¡Feliz escapada!

miércoles, 6 de agosto de 2014

Gran ruta de BTT: Canicosa de la Sierra – Aranda de Duero; parte I.

 
 
Salir con la bici de montaña y rodar 3 o 4 hh - de 40 a 60 km.-, según el tipo de esfuerzo (porcentajes, desnivel acumulado…) y la exigencia técnica (condiciones del camino – baches, agua, etc. -, descensos…), es normal cuando practicas este deporte y cualquier habitual la puede hacerlo perfectamente.
Pero cuando contactas con un grupo de” locos” de la BTT, como - es el caso - con “Los Tábanos” (BTT, Aranda de Duero) y, tras hacer varias rutas (fantásticamente organizadas, por cierto, ya que suelen terminar con ducha y comilona), te dicen que planean una de más de 100 km. piensas que aguantar sobre la bici más de 7 hh no va contigo, que es para profesionales ya que habría que sumar el ascenso acumulado (para esas distancias, mínimo 2.000 m., seguro)… ¡Que no, con nosotros no contéis!.
Sin embargo, luego, cada vez que pensamos en salir con la bici, se viene a la cabeza la “rutita” de los 100 km. y empiezan las dudas… ¿y si entrenáramos un poco más?, ¿y si le echáramos un poco más de tiempo?, ¿y si – solo por probar… - nos hacemos esas rutillas de ochenta y tantos o noventa que tenemos en la agenda…?. Total que, finalmente, claudicamos: el reto está ahí y vamos por él. ¿Qué tal un sí condicionado a que haya coche escoba por si acaso...?.
Decidida fecha y trayecto (por suerte el ascenso acumulado serán solo unos 800) nos apuntamos, aunque las dudas no nos hayan abandonado completamente.
¿Qué hay que llevar?, ¿qué hay que hacer, ¿horarios?, ¿cómo ir hasta la salida en Canicosa?, ¿ruta exacta, track…?.
El entrenamiento: todo muy planeadito, todo muy bien, un día a tal sitio, otro a tal otro, tanto kilometraje, tantos m. de subida, de descenso… Pues resulta que, al final, los compromisos no te han dejado cumplir el programa y, llegada la víspera tiemblan las canillas…
Pero ya no es cuestión de echarse atrás – hay que ser serio con la gente y con los compromisos -, está concertado transporte (Aranda a Canicosa), restaurante para celebrar la hombrada… En el fondo gravitan las ganas de hacer la ruta, de intentar poder con la prueba y contigo mismo… Nada, nada, que hay que tirar para adelante y eso hacemos.
El día “H”, día de la ruta: madrugón, un montón de bicis - ¡caray cuanta gente preparada, cuanto valiente, jajajaja! -, bicis al bus, sueño, quejas… Preparativos en Canicosa, donde no hay expectación por la hora, pero por el movimiento se diría que el acontecimiento es importante. Hace fresco pero durará poco; hasta la 1ª cuesta que pilla casi nada más salir. Esto es la sierra de pinares burgalesa, así no es extraño…
La ruta: empezamos bien, casi de salida 150 m. de desnivel “p´arriba”; para entrar en calor, ya digo. El gigantesco pinar ocupa casi todo el territorio, demuestra su dominio y raíces, agua y pendiente deshacen el camino; las raíces aparecen descarnadas a cada poco entre los cantos, ruedas y piernas se niegan a mantener el ritmo y hay que poner pié en tierra. Caminando también se sube bien y tampoco hace frío. Veinte minutos después el camino suaviza y a 1250 m. de altitud aparece el magnífico paisaje serrano y la fabulosa mañana. Un entretenido descenso nos deja en el río Rinieblas (o Abejón), casi un torrente; lo frondoso y profundidad debió sugerir, antaño, el nombre.
Salimos del río pero no del pinar y lo atravesamos por toda clase de vías: algún pequeño tramo de carretera, buenos caminos carreteros, caminos madereros, sendas, descensos francos o revirados, atravesamos praderíos y arroyos… Van cayendo los kilómetros y casi sin darnos cuenta estamos en Hontoria del Pinar, a las puertas del cañón del río Lobos – Ucero.
Aquí lo dejamos por hoy; seguimos la semana que viene.
¿Quieres venir y disfrutarlo?.
En Kinedomus Bienestar, tenemos a tu disposición toda la información y ayuda para preparar tu jornada.
¡Feliz escapada!

sábado, 2 de agosto de 2014

Sonorama Ribera - Aranda de Duero.

Esta semana os queremos hablar en el blog del Sonorama, ¿todavía no conoces este festival?... pues no puedes perdértelo y si vienes una vez, ya verás como repites...
 
Sonorama es el festival de música independiente más importante de España y está organizado por al asociación cultural arandina Art de Troya.
 

Este 2014 es la 17ª edición de este festival que se desarrollará los días 13-14-15 y 16 de agosto. Son tantos los grupos que van a actuar que nos costaría varias páginas nombrarlos a todos, pero os remitimos a la página oficial del festival www.sonorama-aranda.com para informaros de todos ellos. Por citar algunos ejemplos notables, este festival contará con Los Planetas, a los cuales no es demasiado habitual ver últimamente en un festival con miles de personas, pero no ha sido la única sorpresa que tenía preparada la organización del evento. Sonorama Ribera tiene uno de los mejores carteles de grupos españoles de todos los festivales del verano.
 
El jueves acturará Raphael, sí sí has leído bien,  los organizadores han logrado que por primera acuda a un festival indie. Junto a él compartirán escenario esa misma noche de Sonorama Ribera 2014 Iván Ferreiro, Niños mutantes y We are standard entre otros.
 
El viernes actuaran entre muchos otros IZAL y Amaral, acompañados de Second, Fuel Fandango, Depedro o León Benavente ....
 
Uno de los días grandes será el sábado 16 que tendrán artistas como los australianos Cut Copy, Duncan Dhu, Nacho Vegas y El columpio asesino entre otros.
 
Y además de todo esto los DJs en varias ubicaciones, los conciertos en la zona de acampada, los conciertos en plazas de Aranda, las visitas a bodegas, el mercado,... Sonorama no es sólo un festival es un gran evento cultural que sirve de motor dinamizador para toda Aranda y la Rivera en el mes de Agosto.
 
Y hemos dejado para el final lo mejor, ¿Qué es lo mejor del Sonorama? Pues lo mejor del Sonorama es la gente, el ambiente, el ver como se congregan decenas de miles de personas de todas las edades (desde padres con bebés, jóvenes y gente no tan joven...) en torno a la música y disfrutan, pero vaya que si disfrutan ! ! !
 
¿Quieres venir y disfrutarlo?
 

jueves, 24 de julio de 2014

Senderismo en el embalse de Burgomillodo – parte II -.

 
Para la parte I de la ruta que hoy seguimos comentando, puede acudirse a este mismo blog, a la escapada del pasado día 15.
Nos habíamos quedado a la altura del Monasterio de la Hoz. A su patrón bien podría anotársele un postrer milagro, consistente en frenar la cota de la presa del embalse del Burgomillodo ya que, de otro modo, hubiera, sin duda, crecido mucho más, inundando el precipicio calizo cuya proximidad nos transmite inquietud y admiración a partes iguales. La subida del agua le hubiera restado espectacularidad y atractivo. A cambio, almacenamos unos cuantos litros menos…
 
Con el embalse está lleno, el agua llega a los muros de la Hoz (incluso tapa alguno) ya que, al contrario de San Frutos (en alto), se construyó en una repisa en la punta de un fino y vertical espolón rocoso que hoy constituye el meandro más esbelto de los que forman el cañón del Duratón. Los monjes buscarían tranquilidad y recogimiento y a fe que lo consiguieron pues sigue siendo difícil acceder al recinto y las alternativas son casi escalar o utilizar una piragua. En realidad esto no importa excesivamente pues la vista desde el mirador, en el páramo, es absolutamente impresionante, como también desde la orilla opuesta, lo que veremos dentro de unos 16 km. y 4 horas, desde el tramo entre la Nogalera y la Cueva de la Llave o la Cruz del Canto.
 
Seguimos a través del páramo, vadeando barrancas - desde la de la Chorrera la senda transita ya a la sombra del pinar, continuando así hasta el meandro de la Molinilla -, por el borde del cañón y a vista de pájaro sobre el valle y la masa de agua. El cantil continuará, con intermitentes roturas (Molinilla, Charco Redondo, río San Juan, Valdemuelas…), al menos hasta Sepúlveda: un cañón casi continuo de no menos de 30 km. ¡la leche!.
No vamos a llegar tan lejos y nuestro objetivo es el Puente de Villaseca, el más cercano paso a la ribera opuesta y hacia allá nos dirigimos buscando el mejor camino tras la revuelta de la Molinilla, alejándonos un tanto del río (la orilla empieza a resultar demasiado intrincada y salvaje), trazando por el pinar directamente hacia los Pradillos.
 
En las cercanías del puente vegetación y cortados impiden el acceso directo y hemos de remontar un trecho del río San Juan, que desemboca en las inmediaciones, hasta encontrar un paso adecuado (piedras). Unos 500 m. de carretera nos dejan en el área recreativa del puente de Villaseca; sombra,  cervecita y buen bocata nos ayudarán a encarar la otra mitad de la ruta.
Desde el puente de Villaseca la senda va junto al río hasta la Molinilla; tramo precioso e interesantísimo: a izquierdas el río, cristalino, rápido, truchero, ¿nutrias?, la vegetación de ribera, árboles como velas y enorme altura para superar el cantil y alcanzar la luz por encima de él; cuevas de los Siete Altares, del Cura, del Santero…. El paso de los barrancos –más abundantes en esta ribera - fácil, al atravesarlos en su punto más bajo, en su desembocadura en el Duratón, lo que no sucederá cuando volvamos al páramo.
 
Al páramo remontamos tras la Molinilla, a lo menos transitado de la ruta. Hasta llegar a San Frutos es más salvaje, más árida y, por tanto, más dura; la senda es menos evidente, perdiéndose a veces…, un continuo baja – sube en los barrancos (sin nombre). Y, sin embargo es un tramo casi mágico: a unos pasos sigue el espectáculo del Duratón, el vértigo de los paredones, invisible el próximo (marea acercarse), a la vista el opuesto sobre el que pasamos hace no tanto con similar sensación, rapaces, carroñeros y otra multitud de aves al lado, bajo y sobre nosotros, en el aire las esencias del tomillo, espliego, sardinilla, el bálsamo del pinar, las carrascas y las estepas… y ¡ni un alma en todo el rato!.
 
Fotos y más fotos nos entretienen y alargan la marcha…, desaparecieron las nubes y hace calor…; de repente nuevamente la Hoz. ¡Impresionante!, una vez más (disculpas). Más fotos…. Nos sentamos un rato… Nos vamos hacia San Frutos. Recorremos la zona, más fotos…
Descendemos al agua nuevamente; senda de 2.5 km. ¡única! hasta la subida del Barranco, última dificultad de la jornada (100 y 700 m. de ascenso). Dos kilómetros más nos bajan al pie de presa, al coche y a una buena jarra de cerveza, completando los 29.5 totales. ¡Nos la hemos ganado!.
 
Fraccionar la ruta (perfectamente viable) es la única forma de saborear de verdad el paseo, vistas, paisaje, San Frutos, la Hoz, cuevas, aves… Y atención a restricciones del Parque sobre época de nidada, cría: no entrar a ciertas zonas y transitar lejos de los cortados; incluso solicitar permiso (Casa del Parque, 921540588).
¿Quieres venir y disfrutarlo?.
En Kinedomus Bienestar, tenemos a tu disposición toda la información y ayuda para preparar tu jornada.
¡Feliz escapada!
 

martes, 15 de julio de 2014

Senderismo en el embalse de Burgomillodo – parte I -.

 
En una Escapada anterior comentábamos una ruta de senderismo en el embalse de las Vencías. Fue un paseo que nos encantó en todos los sentidos, tanto por la tarde que salió, con una la luz muy especial, como por el entorno, el propio embalse, etc.. Ver 10-06-2014. Le pusimos dificultad media, más que nada por la distancia (15 km), siendo fáciles el resto de aspectos, como desnivel, calidad de la senda, etc.

Hoy queremos traer aquí una ruta semejante y, a la vez, diferente; semejante por el motivo principal: “envolver” otro embalse (del Burgomillodo) en modo senderismo; semejante por la zona - mismo río y a solo 5 km. –, terreno calizo, abundancia de cortados y colonias de avifauna rupícola, bosque mediterráneo Pino resinero, enebro, sabina, carrasca, etc. Semejante en parte, también, porque acoge edificios religiosos de que más adelante ampliaremos datos.

Diferencia: especialmente la dificultad del Burgomillodo - muy difícil (1) -, tanto por la distancia (casi 30 km. y unas 8 hh total, 5 caminando), como por los numerosos y abruptos barrancos que hay que sortear. “Sendear” integralmente el perímetro del embalse del Burgomillodo constituye una ruta deportiva exclusiva para personas con buen nivel de práctica y estado físico, como de seguimiento, localización (y / o recuperación) del camino (sendero), ya que, en general, no hay señalización y el camino no siempre es evidente; especialmente entre La Molinilla y San Frutos, el sector menos transitado.

Apuntar que hay que contar con atenerse a las restricciones del Parque en torno a épocas de nidada y cría de aves, cuyo buen proceso exige no pasar por algunas zonas (hay señalización) y transitar lejos de los cantiles, incluso solicitar permiso (fax a la Casa del Parque, 921540588).

Hemos decidido hacer la ruta en sentido de las agujas del reloj e iniciamos la caminata en el pié de presa, por el camino de la mina de caolín, una cuesta que, de aperitivo y para calentar (desnivel de 100 m. para 1.4 km.), no está nada mal. Pasando de algún camino que surge a cota inferior, una vez ascendemos al páramo, empezamos a variar hacia la izquierda, en dirección al embalse, ya que tenemos interés en ver San Frutos desde todo el arco de los aproximadamente 300 grados que permiten los tres meandros consecutivos aquí existentes. Es una pena pero entre el madrugón y que la mañana está algo nublada, no hay luz para fotos; no nos sentamos a esperar y lo dejamos para más adelante. Las fotos de San Frutos quedan para cuando pasemos por allí, ahora en frente, cercano el final de la ruta y jornada. Además, no importa; estamos ya disfrutando a tope de la marcha y del espectáculo.

Y es que el espectáculo del agua 80 metros perfectamente verticales más bajo, es impresionante, como lo es el enebral de ejemplares saludables y, aquí, de excepcional regular tamaño y un verde magnífico, por entre los que caminamos. Antes, mientras subes la última suave loma, la mirada a ras de suelo, de no saberlo previamente resulta imposible imaginar que la llanura sufra semejante tajo, con repentina, brutal y absoluta verticalidad. Al otro lado del agua igual corte y, sobre él, encaramado y aferrado al filo del meandro opuesto, la ermita de San Frutos, separada de la meseta gracias a “la Cuchillada”, antaño defensa y hoy puente. Existe desde el XII y sus piedras, cementerios, etc., guardan y testimonian una larga historia.

El precipicio aquí, en ambas orillas, es continuo y se ajusta, bordea y contiene perfectamente la verde, azul y trasparente mancha de agua. El perfil del cantil oeste se rompe desde la presa en, tan solo, un par de hondos barrancos; únicamente el llamado del Portillo de Sebúlcor – una rampa de arena que termina en una calita - permite bajar hasta el agua.

Ya hay suficiente luz para fotografiar y la cámara quiere guardar cada rincón, cada ángulo, cada pared, cada planta, pájaro, nube… Llegamos al meandro y balcón del monasterio de la Hoz (ruinas) que se nos antoja como tal vez lo más espectacular del parque, expresión que difícilmente podremos evitar repetir varias veces en esta ruta; no por ello pierde sentido.

Para no cansar, lo dejamos aquí. La semana que viene, el resto.
 
Desde Kinedomus Bienestar es muy fácil hacer un paréntesis y escapar a Burgomillodo. Según el tiempo (1) de que se disponga, la ruta se puede fraccionar sin, por ello, desmerecer.

¿Quieres venir y disfrutarlo?.

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¡Feliz escapada!

(1)       En realidad nosotros aconsejamos hacerla fácil fraccionándola, lo que es perfectamente viable y, en realidad, única forma de saborear, el paseo, vistas, paisaje, etc., la ermita de San Frutos y anexos, las ruinas del monasterio de la Hoz, la cueva de los 7 Altares y otras, etc.
 

miércoles, 9 de julio de 2014

Verano cultural en Aranda de Duero y la Ribera.

Esta semana queremos hablaros de la ingente cantidad de actividades que dan una vida cultural, sin tregua ningún día, durante todo el verano en Aranda de Duero y la Ribera.
 
Haremos un breve repaso de algunas de ellas empezando por las que se concentran en Aranda de Duero:
- El Certamen de Bandas de Música: donde bandas nacionales e internacionales compiten todos los viernes de los meses de julio y agosto.
- Semana Joven: del 21 al 27 de julio con exhibiciones de baile y BMX, recital de cantautores, monólogos, desfiles de moda, Feria del disco, Salón del comic...
- Artearanda: con multitud de artistas que exponen sus obras en el casco antiguo de Aranda de Duero y conciertos de música en directo.
- Fiesta de las peñas: las peñas dan a Aranda un ambiente festivo y de alegría y son muchos los fines de semana en el verano que estas peñas celebran sus fiestas de aniversario. Destacaremos entre estas fiestas la fiesta de todas las peñas que se celebra el sábado 2 de Agosto.
- Cine bajo las estrellas: los martes del mes de julio se puede disfrutar de proyecciones cinematográficas al aire libre gracias a esta propuesta de cine bajo las estrellas.
- Sonorama: qué decir del festival de música "indie" y alternativa más importante de nuestro país. Pero el Sonorama no es sólo conciertos en el recinto ferial, son muchas las actividades culturales que promueve y es impresionante el ambiente que se vive en toda la ciudad.
- Las Edades del Hombre: Y por supuesto sigue la exposición "Eucharistia" de las Edades del Hombre en Aranda de Duero, importante exposición de arte sacro que nadie debe perderse. Para más información ver www.lasedadesdelhombre.com
 
Y si Aranda tiene un verano cultural repleto de actividades, son muchos los pueblos de toda la Ribera del Duero que compiten entre sí por tener el mejor cartel de actividades cada verano, citaremos por ejemplo:
- Destaca sin duda por su impresionante trayectoria el Verano Cultural de MILAGROS, con un programa plagado de actuaciones de teatro, danza y música de primer orden.
- En PEÑARANDA podemos disfrutar de las tradicionales fiestas con pasacalles y verbenas los días 25 y 26 de julio.
- En CALERUEGA se conmemora el 10 de julio el Privilegio de Alfonso X el Sabio concedido a esta localidad, recreando la fundación del monasterio dominico en 1266.
- En HONTORIA DE VALDEARADOS se celebra a principios de agosto “La Francesada”, una recreación histórica del final de la Guerra de Independencia.
- ROA celebra sus Fiestas Patronales  el 15 de agosto y uno de sus principales atractivos son los tradicionales encierros, la suelta de vaquillas dos veces al día, y por supuestos las verbenas y pasacalles.
- BAÑOS DE VALDEARADOS acoge su Fiesta Romana en honor al Dios Baco a finales del mes de Agosto, convirtiéndose en una auténtica "bacanal".
- SOTILLO DE LA RIBERA tiene la Fiesta de Nuestra Señora del Prado, con una preciosa romería que discurre desde la iglesia parroquial hasta la ermita, donde se organizan actividades para niños y mayores.


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¡Feliz escapada!


jueves, 3 de julio de 2014

El joven corzo solitario.

Esta mañana ha salido un día magnífico, tras varios con intermitentes lluvias y alternancia de temperaturas. Así que hemos aprovechado el día libre para salir de BTT; esta vez sin ruta determinada. La moneda ha dicho que dirección sur y nos ha conducido por las cercanías de Fuentespina, Fuentelcesped, Montejo de la Vega de la Serrezuela

La hora temprana, la luz magnífica, el terreno con algo de humedad; a ver si no hay mucho polvo y la bici se mantiene limpia y podemos pasar de lavar, secar, engrasar… Suele haber que hacerlo a cada salida; o por polvo, o porque llovió o porque queda algún charco, caminos regados, paso de arroyos….

Cortamos. No queremos hoy hablaros de rutas, mecánica o zarandajas similares. Hoy va de corzos; casi un cuento con, esperamos y deseamos, final feliz.

Llevamos pedaleando tranquilamente y disfrutando del paseo como 15 minutos y, delante de nosotros, a nuestra izquierda, una parcela en la que el arado dejó pinceladas de rojas amapolas que la luz matinal hace casi transparentes, nos empuja a, admirados, detenernos para hacer una foto.

La parcela tiene a un lado un talud rocoso y, de allí, de repente, un corzo joven y la madre salen zumbando. Seguramente nos han oído, se han dado cuenta de que nos parábamos y se han sentido amenazados. Están relativamente lejos pero podemos observarlos a placer hasta que desaparecen tras una pequeña elevación.

¡Vale!. Hemos continuado, llegado a Fuentelcesped, al mirador norte del Casuar, en el Cañón del Riaza…, hasta más caminos, más cuestas, más descensos, más paradas, más paisaje, tentempié, agua, más campos de Castilla ya bastante dorados – pronto, demasiado pronto (malas noticias sobre la cosecha de cereal) - y muy verdes en viñas, huertos y arboledas; alguna foto más…; lo normal. Y retornamos.

Retornamos más o menos por la ruta de ida, cuando justo pasada la carretera entre Campillo y Fuentelcesped una pequeña cabeza se mueve entre las cebadas. ¡Un joven corzo!. Y está solo. ¿El mismo de la mañana?; ¿y la madre?. A unos tres kilómetros del punto del encuentro de la mañana, todo puede ser.

El pobre corzo está muy asustado y, creemos, totalmente desorientado… Huye y, en la huida, topa con la larga valla de una finca y la sigue hacia su izquierda, ¡justo hacia dónde vamos nosotros!. Paramos al darnos cuenta y nos mantenemos quietos y a la espera. Llega al camino, lo atraviesa alocado y, con flojos e inseguros saltos, se interna en otro cebadal cuyas espigas le tapan casi por entero. Miramos a conciencia el contorno buscando si la madre está cerca, pero nada, no la localizamos.

¿Sabrá el pequeño corzo por donde va o tiene que ir?; ¿le podrá ver la madre que, sin duda, le busca desesperada?, ¿se estarán llamando en su particular lenguaje?. Y sobre todo, ¿seremos nosotros, de alguna forma, causantes de sus problemas, si les hicimos cambiar de plan o ruta tres hora antes?.

Imposible saberlo, pero preferimos pensar que o no es el corzo de la mañana o que, cercanos a la carretera, la madre la atraviesa cuando, algún vehículo, les asustó y separó. También que, con todo el día por delante, se han reencontrado más tarde, no siendo día de caza y sin otros depredadores para su tamaño, velocidad, resistencia, etc.  En todo caso, si no estamos seguros de lo que es mejor hacer en una situación como esta, es mejor no hacer nada que pueda empeorarla. Aun así nos intranquiliza y duele esa impotencia. Esperamos y deseamos que la naturaleza, tan sabia como es, tenga para esta ocasión sus propios recursos como ha demostrado en tantos otros. Y esperamos que cada día sigamos teniendo la oportunidad de ver corzos, antes tan raros y hoy en día mucho más frecuentes en nuestros paseos por la Ribera del Duero.

¿Quieres venir y disfrutarlo?. 
 

 
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¡Feliz escapada!