Salir
con la bici de montaña y rodar 3 o 4 hh - de 40 a 60 km .-, según el tipo de
esfuerzo (porcentajes, desnivel acumulado…) y la exigencia técnica (condiciones
del camino – baches, agua, etc. -, descensos…), es normal cuando practicas este
deporte y cualquier habitual la puede hacerlo perfectamente.
Pero
cuando contactas con un grupo de” locos” de la BTT , como - es el caso - con “Los Tábanos” (BTT,
Aranda de Duero) y, tras hacer varias rutas (fantásticamente organizadas, por
cierto, ya que suelen terminar con ducha y comilona), te dicen que planean una
de más de 100 km .
piensas que aguantar sobre la bici más de 7 hh no va contigo, que es para
profesionales ya que habría que sumar el ascenso acumulado (para esas
distancias, mínimo 2.000 m .,
seguro)… ¡Que no, con nosotros no contéis!.
Sin
embargo, luego, cada vez que pensamos en salir con la bici, se viene a la
cabeza la “rutita” de los 100
km . y empiezan las dudas… ¿y si entrenáramos un poco
más?, ¿y si le echáramos un poco más de tiempo?, ¿y si – solo por probar… - nos
hacemos esas rutillas de ochenta y tantos o noventa que tenemos en la agenda…?.
Total que, finalmente, claudicamos: el reto está ahí y vamos por él. ¿Qué tal
un sí condicionado a que haya coche escoba por si acaso...?.
Decidida
fecha y trayecto (por suerte el ascenso acumulado serán solo unos 800) nos
apuntamos, aunque las dudas no nos hayan abandonado completamente.
¿Qué
hay que llevar?, ¿qué hay que hacer, ¿horarios?, ¿cómo ir hasta la salida en
Canicosa?, ¿ruta exacta, track…?.
El
entrenamiento: todo muy planeadito, todo muy bien, un día a tal sitio, otro a
tal otro, tanto kilometraje, tantos m. de subida, de descenso… Pues resulta
que, al final, los compromisos no te han dejado cumplir el programa y, llegada
la víspera tiemblan las canillas…
Pero
ya no es cuestión de echarse atrás – hay que ser serio con la gente y con los
compromisos -, está concertado transporte (Aranda a Canicosa), restaurante para
celebrar la hombrada… En el fondo gravitan las ganas de hacer la ruta, de
intentar poder con la prueba y contigo mismo… Nada, nada, que hay que tirar
para adelante y eso hacemos.
El
día “H”, día de la ruta: madrugón, un montón de bicis - ¡caray cuanta gente
preparada, cuanto valiente, jajajaja! -, bicis al bus, sueño, quejas…
Preparativos en Canicosa, donde no hay expectación por la hora, pero por el
movimiento se diría que el acontecimiento es importante. Hace fresco pero
durará poco; hasta la 1ª cuesta que pilla casi nada más salir. Esto es la
sierra de pinares burgalesa, así no es extraño…
La
ruta: empezamos bien, casi de salida 150 m . de desnivel “p´arriba”; para entrar en
calor, ya digo. El gigantesco pinar ocupa casi todo el territorio, demuestra su
dominio y raíces, agua y pendiente deshacen el camino; las raíces aparecen
descarnadas a cada poco entre los cantos, ruedas y piernas se niegan a mantener
el ritmo y hay que poner pié en tierra. Caminando también se sube bien y
tampoco hace frío. Veinte minutos después el camino suaviza y a 1250 m . de altitud aparece
el magnífico paisaje serrano y la fabulosa mañana. Un entretenido descenso nos
deja en el río Rinieblas (o Abejón), casi un torrente; lo frondoso y
profundidad debió sugerir, antaño, el nombre.
Salimos
del río pero no del pinar y lo atravesamos por toda clase de vías: algún
pequeño tramo de carretera, buenos caminos carreteros, caminos madereros,
sendas, descensos francos o revirados, atravesamos praderíos y arroyos… Van
cayendo los kilómetros y casi sin darnos cuenta estamos en Hontoria del Pinar,
a las puertas del cañón del río Lobos – Ucero.
Aquí
lo dejamos por hoy; seguimos la semana que viene.
¿Quieres
venir y disfrutarlo?.
En
Kinedomus Bienestar, tenemos a tu disposición toda
la información y ayuda para preparar tu jornada.
¡Feliz
escapada!
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