martes, 30 de julio de 2013

Ruta de BTT – bicicleta de montaña -, Cuesta de la Mata

Esta vez la ruta la presentamos como deportiva y de cierto nivel; es decir, para personas medianamente entrenadas; un  poco por su kilometraje, aunque tampoco sus 43 km. son para tanto, y porque, aunque no sea muy técnica, sí que – por algunas pendientes - requiere manejar la bici de montaña con soltura y práctica.

 
Salimos de Kinedomus Bienestar ya sobre la bici de montaña que, por los términos y caminos de Fresnillo, Aranda, Fuentespina, Milagros y Torregalindo, sus primeros 17 km., nos lleva al punto para nosotros más significativo de esta ruta, el alto de La Mata (938 m.), en la margen sur del Río Riaza y a algo más de medio camino entre las anotadas localidades ribereñas de Milagros y Torregalindo. Es un punto que nos tiene subyugados: superados el 1.5 km. de distancia y los 100 m. de desnivel del alto sobre el río, nos abre el paisaje limitado al sur por la Serrezuela de Pradales y Peñacuerno (1380 m.). La depresión entre ambos, su conjunto de alcores y mesetas, caminos, arroyadas y barrancos, montes, arboledas, labrantío, perdidos..., se nos antoja un caleidoscopio de tonos, colores, sombras y perspectivas, que, con los giros atmosféricos, el giro de las estaciones, de los días y, aun, de las horas y hasta de los minutos, siempre  nos parece de postal, o de lienzo. Merece la pena dedicarle un rato; mientras podemos recuperar el aliento y reponemos fuerzas.

Otro día más propicio dedicaremos este blog a una ruta hasta Peñacuerno, también muy interesante; un poco más larga.

Desde el alto de la Mata, tras dar cuenta del bocadillo, barritas…, en descenso, iniciamos el ataque a los aproximadamente 26 km. restantes. Hay que bajar al arroyo de Riofresno (generalmente seco), para, luego, remontar hasta el pueblo de Pardilla, cuyos caminos seguiremos dirección norte, hacia Milagros - nuevamente el Río Riaza -, luego Fuentelcesped y el arroyo de la Nava, desde donde saltaremos al Duero por la divisoria intermedia, acercándonos y bajando a Fresnillo, pasando por el barrio de Bodegas, para terminar, nuevamente, en Kinedomus Bienestar, donde con una sesión de masaje, y / o de SPA y una buena comida, repararemos el desgaste sufrido y nos dispondrán para seguir disfrutando del día o de semana y de la Ribera del Duero.

Imagen 1, croquis de la ruta:

El perfil de la ruta (ver imagen 2) demuestra que no hay grandes desniveles ni largos ascensos, si bien sí que, como continuamente cambiamos de valle, sube y baja en igual medida. En general, los porcentajes no superan el 8 o 10, pero, entre sus tramos, algún descenso o ascenso es superior al 15 % y / o tiene alguna pequeña dificultad técnica; concretamente en la bajada a Fuentespina desde el Carpio, hay una pequeña trialera y terreno suelto; hacia Milagros, por el camino de la autovía, corto descenso (50 m.) de hasta 18 % y, también, terreno suelto. En la Cuesta de la Mata, un tramo de unos 300 m. supera el 16… Entretenido, como se puede apreciar.

Imagen 2 – perfil -

En general hay buenos caminos, pero en algún punto puede ocurrir que por escaso tránsito, siembra (ej.: enlace de Arroyofresno; por suerte, hay una rodera reciente de un tractor), etc., la vegetación se haya apoderado del paso; sobre todo en años de mucha lluvia y calor, como el presente, en que la vegetación es asombrosamente frondosa. Hemos recorrido la ruta hace poco y no tiene problemas, pero no sobra ir atento a hoyos u obstáculos nuevos.
Hoy, el objetivo, ha sido deportivo, no proponiéndose visita a los propios pueblos, edificios históricos, bodegas modernas, etc., pero a veces son paso obligado porque allí están los puentes; es decir, que oportunidad sí hay. Además, las rutas no la hacen los libros o las guías, los mapas o, ni siquiera, los blogs o las webs, hoy tan impuestas, si no cada cual a los mandos de su bici, moto, zapatillas...; es decir, que la ruta Kinedomus Bienestar – Cuesta de la Mata, en realidad, la haces tu, amigo lector, y te permite tantas variantes como tu gusto o humor del día te sugieran. Eso, sí, en Kinedomus Bienestar, si nos visitas o consultas, te ayudamos a organizar tu jornada.

Esta ruta se recorre también, ahora en verano, para tomar el sol. Te aclaramos: no esperes tramos a través del bosque, por sombra…, aunque no faltan sitios para rellenar de agua (hace falta beber mucha) el bidón, ni sombra para descanso.

Ya sólo advertir que Castilla, está cambiando de colores – los ha cambiado, casi, ya -; se agotan las espigas, que sólo esperan la recogida. Quedarán sobre la tierra sus largos pedestales, tendidos, y, aun en pié, sus pacíficos cañones, a la espera del arado. Quedan, aun, entre el rubio pajizo, multitud de manchas verdes, diferentes tonos de pinares, frutales y arboledas, la dulce remolacha, la socorrida patata, el girasol, maíz, las frondosas cepas al cuidado de las uvas, futuro fermento de alianza y amistad…, ¡queda mucho para ver!.

martes, 23 de julio de 2013

Escapada por los pueblos entorno a Aranda (II)

Recordemos que en la primera parte de esta escapada, habíamos recorrido como la mitad de la ruta, desde Kinedomus Bienestar hasta Quintana del Pidio. Siguiendo la carretera que nos trajo hasta aquí (la única que viene a Quintana), en tres kilómetros habremos llegado a la Aguilera, siguiente parada y cuya vega, como la de Gumiel y Quintana, pertenece al río Gromejón.

Como sea que la ruta visita hasta 14 pueblos de la Ribera del Duero, en  perspectiva de 360º, desde la atalaya de Aranda de Duero y habremos visto por ejemplo iglesias, algunas hasta con idéntico nombre o estilo, aunque con propio aire, personalidad, etc., aconsejamos una buena  organización en fotos y apuntes, para que la posible infiel memoria, no nos prepare un serio  revoltijo. Y es que, además, salvo excepción, no hay editada documentación, en internet sólo datos dispersos... No es fácil recuperarlos.

Todo depende del gusto de cada cual y, muy importante, del tiempo con que se cuente, pero, para saborear bien la ruta, hay que parar. Hay que parar en los campos, en los pueblos, entretenerse en las calles, en los atrios, en los soportales, en los bancos (de sentarse), poyales, escalones, donde no haya y  donde haya gente. Y hablar con esa gente - hilar la hebra (los abuelos nunca fallan) -, dejarnos contar de sus pueblos, del pasado, del trabajo (de la crisis, no, ¡por favor!), de la uva... Si no tienes tiempo, tampoco importa demasiado, aprovecha el que tengas y, cuando puedas, ¡vuelve!.

Bueno, vale de preámbulos y vamos con la ruta: cuenta la Aguilera con los elementos esenciales y generales que encontramos en casi todos los pueblos de la Ribera: iglesia parroquial (San Cristóbal), fuente, pilón, edificio del ayuntamiento y bodegas históricas y modernas. De la arquitectura tradicional o histórica tanto buscamos en el mundo rural, nos gustan en la Aguilera las casas de ladrillo, alguna, muy antigua, con interesante arcada y pasadizo.

La mayoría de las bodegas históricas, ocupan un área significativamente grande en la prolongación de la loma en que se asienta el pueblo y junto a este. Alguna se sale de esta ubicación, y sus zarceras incluso surgen en la cerca de la iglesia.

Sin duda lo más sobresaliente y lugar histórico indispensable: el Monasterio de San Pedro Regalado (el santo más barato, se dice por aquí cariñosamente), patrón de la Aguilera, de los toreros y de Valladolid, con fiesta y romería cada 13 de mayo. El monasterio, iniciado en 1404, suntuoso según el diccionario Madoz, guarda el sepulcro y cuerpo de S. Pedro, así como los de Juan de Zúñiga y su esposa (pagan, entre otros, la restauración de 1593), interesantes pinturas, etc. Visitado históricamente por diversos reyes, destacando Isabel la Católica, que, como reliquia se llevó, una mano del santo…; del esqueleto suponemos, pues pasó por aquí 70 años después. No hay que perdérselo.

En 2004, los franciscanos, escasos de frailes, alquilaron, primero, y vendieron después, el monasterio a la nueva (declaración oficial del Vaticano, 2010 y origen en las Clarisas, Lerma, a iniciativa, parece, de la arandina Sor Verónica, actual abadesa) comunidad religiosa femenina Iesu Comunio, grupo de jóvenes religiosas que, caso extraordinario, no para de aumentar en vocaciones. Se las ve por Aranda siempre sonrientes y felices; se dice que en su convento no paran de cantar y que tienen muy buena repostería.


Desde la Aguilera hemos de saltar nuevamente otra divisoria para regresar al Duero, teniendo que llegar, casi hasta Aranda, para en el cruce de Leche Pascual, tomar a la derecha, por la C – 619, hacia Palencia; en 4 km. nos plantamos en Villalba de Duero, una ladera que mira al sur, a la luz y al Duero. En su vértice un mirador sobre la vega, que no deberíamos perdernos. Pasemos por su monumental iglesia parroquial dedicada a San Miguel Arcángel, renacentista, concluida en el XVIII, con su potente pétrea escalinata de acceso a la portada plateresca, bajo gran arco de medio punto; en el interior tres interesantes altares barrocos. La preside una tosca imagen de San Miguel.

De Villalba sale una senda local (marcas blanco – amarillo) que recorre la vega y el monte (pino, carrasca….), pasando por varias charcas en las que es posible observar una variada fauna acuática y semiacuática, el antiguo polvorín (luego almacén, cultivo de champiñón…, hoy abandonado) del campo de aviación utilizado durante la guerra 1936-1939. Alejado, queda para otro día...


Despues de Villalba seguiremos la ruta por el sur del Duero, así que, como retornando hacia Aranda, entramos en autovía A-1 y nada más pasar el río, salimos hacia Valladolid. En breve Castrillo de la Vega, siguiente estación (aunque ya no hay tren).

Castrillode la Vega nacería en el 912, con la conquista de la plaza fuerte de Haza por el Conde Fernán González, legendario fundador del reino de Castilla. Decimos nacería porque, aunque ciertas referencias lo dan por hecho, no aluden a documento que lo justifique, lo que, de conocerse...

En Castrillo se señalan, como monumentos religiosos, la iglesia parroquial de Santiago Apóstol y la ermita de la Virgen de la Vega; como civiles las ruinas del Puente Roque, la torre del Monte Castillo (restos de un castillo), ambos alejados, y las bodegas típicas. Respecto del puente Roque, a falta de datos, tenemos nuestra teoría: Propiedad del Duque de Lerma la finca de la Ventosilla, quiso el poderoso noble desviar el paso de ganado y mercancías (derechos de pontazgo), en detrimento de  Aranda y Roa. Factura y dimensiones del puente Roque rechazan épocas anteriores. Caído en desgracia el duque que, parece, miraba mucho lo suyo, el puente se abandona. Ocultas manos dirigen las aguas del entorno hacia la obra, con lo que no podía tardar en hundirse. Sin embargo restos siguen de testigo. No sabemos cuánto les quedará. Castrillo tiene fuente de exquisitas aguas (d. Madoz, 1850)

 Fiestas en Castrillo: la semana siguiente a la Santa, en Honor a la Virgen de la Vega, 25 de Julio a Santiago Apostol y 16 de Agosto, San Roque con "luminarias" como en San Juan en otros lugares).

En Castrillo, las bodegas históricas (como Zazuar), en el centro del pueblo, tal vez por similares razones, excepto la inundación, inverosímil.


En Castrillo tomamos dirección Hontangas (salida a Valladolid, a la izquierda); llegado el cruce que lo indica, a Campillo de Aranda. Son 13 km., el mayor tramo de carretera recorrido.

En Campillo de Aranda – Iglesia Parroquial de Nª. Sª. de la Asunción (XVI), el Ayuntamiento (XVI), de planta baja porticada y sendas charcas (Navajo y Pozas, de la Ballena, por mal nombre, historia que en otra ocasión contaremos) -. Las charcas, junto a las casas, caso curioso y único en la Ribera del Duero, estando Campillo, en pleno páramo, a más de 900 m. de altitud.

Campillo es una de las localidades de la Ribera con, quizá, más horizontes: la Demanda, Somosierra, Ayllón, Guadarrama...

Camino de Campillo a Aranda, al cruzar la antigua N - 1, giramos a la derecha y, tras 1 km., Fuentespina, al pié del alto Carpio, un gruyer taladrado de buenas bodegas; a sus pies el pueblo, con el magnífico conjunto fuente, escalinata, iglesia parroquial de San Miguel, XVII, en plaza cercana el rollo jurisdiccional y casa de los Ponce de León; camino de la ermita del Padre Eterno, el Humilladero.

Según nuestros cálculos y como llevemos la ruta, Fuentespina puede ser un buen lugar para la parada larga de medio día; es decir de la comida.

Fuentespina, junto con Gumiel, quizá por el paso, hasta fechas recientes, de la carretera Madrid – Francia, son poblaciones con una cierta industria, si bien coincide con el resto en que gran parte de la población trabaja en Aranda - construcción, industria, comercio… -, a menudo compatibilizado con trabajos agrícolas (viñas, cereal…). En los extrarradios buen número de huertas; algún invernadero. Las bodegas de Ribera del Duero, proporcionan unos cuantos puestos de trabajo, con continuidad y esporádicos, en fase de cultivo y en la elaboración.

Gracias a esa doble actividad, a acumulación de tierras por unos pocos agricultores (propietarios y, muy abundante, arrendatarios) en exclusividad o a título principal y a la potenciación vitivinícola, la calidad de vida en nuestros pueblos, en las últimas décadas, ha mejorado exponencialmente. Símbolo, la arquitectura moderna (urbanismo, instalaciones deportivas, viviendas…, algunas de dudoso gusto,  inadecuada estética o exagerada ostentación). Destacaríamos algo no sencillo de distinguir , hoy vital, las residencias de la 3ª edad, equipamiento existente en varias localidades.      

Tras este paréntesis, quizás algo fuera de lugar, pero que ilustra el hoy ribereño, sigamos con lo nuestro:

Fuentespina es principio del fin de la ruta. Desde aquí, buscaremos la N-122, para retornar a Kinedomus Bienestar. En general, hemos pasado por cada primer pueblo de cada una de las salidas de Aranda de Duero por carretera. Ahora, para no entrar en Aranda y por el interés de los sitios a visitar, solo hay una la opción: por el acceso a Fuentespina, hacia Fuentelcesped y, luego a Santa Cruz de la Salceda.

En el primero de ellos hay que visitar el conjunto iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, (XVII, coro, órgano, retablo del presbiterio…, barrocos), casa consistorial porticada y quiosco del Mayo, arquitectura tradicional (casas con solana), el conjunto de la fuente grande (para 30 caballerías) y los lavaderos, el humilladero, bodegas, lagares, el enomuseo y varias ermitas.

Fuentelcesped cuenta con un importante archivo histórico documental y registros centenarios del concejo y otros. María José Zaparain (Departamento de Ciencias Históricas y Geografía, Universidad de Burgos) escribió en 1998 “Fuentelcésped: la villa y su patrimonio, siglos XVII y XVIII”, refiriendo gran parte de los datos a dicha documentación.

La última localidad de la ruta es Santa Cruz de la Salceda, unido con Aranda, Fuentespina y Fuentelcesped (algo retirado) por el Arroyo de la Nava; con Fuentelcesped, además, por la carretera BU – 932, que, en 4 km., nos deja en nuestro destino

En Santa Cruz, algo muy especial: el Museo de los Aromas, de reciente creación y apertura (19/ 05/2012), primer museo de España de este tipo; está en las antiguas escuelas y es iniciativa de la Diputación , ADRI y ayuntamiento de Santa Cruz. Interactivo, también, único en Europa, permite reconocer y analizar cientos de aromas: sobre el vino, perfumes, salud, recuerdo, naturaleza, peligro... ¡Éxito al museo y gracias a promotores y patrocinadores!; especialmente por el atrevimiento de, en estos tiempos, semejante iniciativa cultural, máxime, en rincones como Santa Cruz. No es lo habitual.

Iglesia parroquial dedicada a Nª. Sra. De la Asunción, varias ermitas y yacimiento arqueológico de Pico Romero – Edad de Bronce -. Arquitectura típica castellana, por sus calles zarceras, bodegas y lagares tradicionales, alguno recuperado. Desde la Cruz que da nombre al pueblo, una bonita panorámica del valle de la Nava.

En Santa Cruz tomamos la BU – 930, que, en unos minutos, nos acerca Vadocondes, con lo que cerramos el círculo y, girando a la izquierda por la 122, volvemos a Kinedomus Bienestar.

¡Buena jornada!

lunes, 8 de julio de 2013

Escapada por los pueblos entorno a Aranda (I)

Antes de hablar de rutas, quisiéramos hacer un comentario sobre otra vertiente de la vida arandina y ribereña, La Cultura, inseparable de nuestro vivir diario y que, en la ocasión, viene perfectamente al caso por tener relación con el agua, elemento siempre presente de una u otra manera en este blog: el pasado sábado, 29 de junio de 2013, Pedro Ojeda Escudero (profesor y “aficionado” a las Letras y al Agua) - blog La Acequia -  y Javier García Ribó (fotógrafo y “aficionado” a Transmitir con sus imágenes), en la Librería Bayo, de Tinín y Marisa, en la c/ Bejar de Aranda, presentaron su libro “Esguevas”, el cual recomendamos encarecidamente.

Para ilustrar el alcance del significado del encuentro Aranda / Esguevas, a continuación dos párrafos del agradecimiento de Pedro tras su visita:

“… hubo también una certera guía por las bodegas que recorren el subsuelo de Aranda. En alguna de ellas quise detener el tiempo para buscar el corazón que pareció habérseme parado hace tiempo, cuando hasta los duraznos enloquecían. Al ascender a la superficie todo me pareció más claro, más evidente, más limpio. Las antiguas bodegas de estas tierras tienen el poder sanador de los laberintos cuyos enigmas son descifrados...”

“… contribuyó mucho el grupo de amigos que reunió Tinín para agasajarnos, a los que agradezco el tiempo que nos dedicaron de forma tan cariñosa, y su invitación a comer en Casa Florencio, lechazo asado y ensalada en buena compañía. El tiempo trascurre así de una forma en la que todo adquiere el ritmo humano del que este mundo quiere despojarnos a mordiscos…”

Otro día podemos hablar algo - ¿Por qué no? - de veranos culturales, conciertos, teatros, etc.

Son matices diferentes, también, significativos de esta tierra antaño peleada y fronteriza y, hoy, por todos disfrutada y por todos compartible. Con ello, claro, esperamos animaros a visitarnos. ¿Te apuntas?.

Vamos ya con la propuesta de Escapada Para Todos, que va de pueblos y a los pueblos, hoy en día, se va en auto o en moto. De entre las interesantes rutas que pueden por de Aranda de Duero y el sur de la provincia de Burgos y limítrofes, bien en la zona de denominación de origen Ribera del Duero, bien incluyendo áreas externas, nos hemos fijado hoy en una que circunvala Aranda y que puede dar completa idea de la zona, su pasado, su hoy, su vida y, tal vez, su futuro. A ver qué tal se da.

Motorizados, partimos de Kinedomus Bienestar, en la nacional 122, salida de Aranda de Duero a Soria, hacia oriente, aunque por aquí se dice que, para viajar, mejor por la mañana hacia Valladolid, a occidente y por la tarde a Soria, por aquello de que, a la inversa el sol dará en los ojos, molestando la conducción. Tampoco será grande el problema, pues el trayecto es corto no afectará salvo que se madrugue bastante y el sol esté, aun, bajo.

El primer pueblo es el muy cercano de Fresnillo de las Dueñas, donde podemos ver:

- En la plaza mayor, la iglesia parroquial de La Natividad, gótico de principios del XVI, con retablo del XVII, imágenes de los evangelistas, atribuidos a Diego de Siloé, y bello artesonado bajo el coro.
- Ermita de San Pedro de Bourges, santo que milagrosamente hizo brotar la fuente que abastece el pueblo, en la plaza mayor y junto a la ermita, caso verdaderamente singular.
- Mirador y paseo sobre el Duero.
- También es singular Fresnillo porque, junto a Aranda y rodeado de viñedos, prácticamente no es vinícola, ni tiene bodegas industriales; sí un barrio de bodegas y lagares muy particular (de lejos, otro pueblo), a 1.5 km., distancia notable para lo habitual.
 
A otros 5 km, por la misma N. 122, aparece Vadocondes, que bien merece un poco de callejeo, pues conserva buena parte de su ambiente tradicional, su arquitectura histórica: “el propio caserío, Arco de la Puerta Burgos, Arco de la Puerta Nueva , Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Puente de Hierro (antiguo ferrocarril Valladolid Ariza), Seco y sobre el Duero (medievales), Rollo Jurisdiccional…”,  moderno, el Puente de Hierro (antiguo ferrocarril Valladolid Ariza) sobre el Duero, interesante pero con cierto peligro si de caminar sobre él se trata.
En Vadocondes el GR 14 toma la margen sur del Duero, con un estupendo paseo de buen camino y junto a la orilla del río. Otro día será.

Para entrar a Vadocondes habremos tomado la BU 930 y continuaremos girando, a unos 350 m. de atravesar el Río Duero, a la izquierda, hacia Zazuar, a otros 5.5 klm., a través del bosque de la Calabaza, de unas 3000 hectáreas y el más importante pulmón de la Ribera.

En Zazuar, la monumental iglesia parroquial y el rollo de justicia, las bodegas antiguas, que, cuando, en general, se construyeron en una colina o elevación cercana a los pueblos, es Zazuar el que está en torno a las bodegas, a la leve elevación en que se horadaron, muestra de los recursos y capacidad de los antiguos vinateros, para elaborar y cuidar el vino a su gusto. En Aranda y otros las bodegas históricas están bajo de las viviendas. Hay, desde luego, buenos motivos para ello. En el caso de Zazuar podemos acercarnos al tema con la anécdota de que cuando hay lluvias torrenciales – de vez en cuando -, el pueblo se inunda en mayor o menor medida; jamás las bodegas.

Otra curiosidad de Zazuar: tiene aun tres pozos públicos en sus calles, hoy simple ornato, que, antaño, servirían para que los vecinos se abastecieran de agua (mala, según el Diccionario Madoz, 1845), cuando lo habitual en nuestros pueblos son las fuentes públicas de las que Zazuar conserva una (sic., Madoz, “dos de buenas aguas: delgadas y saludables”).

El topónimo Zazuar, en el que nos hemos fijado por su no directa traducción, al contrario que el general de pueblos, tiene su aquél: Según Julián Aydillo San Martín, Zazuar provendría de Aza-or, "altura rocosa"; "en una colina", según Pascual Madoz. En “Santo Domingo de Caleruega”, 1170-1221, dedicado a Domingo de Guzmán, se menciona un documento fechado en Burgos a 30 de septiembre de 1177, firmado por Alfonso VIII de Castilla y elaborado por dos clérigos, uno de ellos el arcipreste de Sozuuar, identificándose el topónimo con el actual Zazuar. Sinceramente, aunque legos, esos datos nos ofrecen serias dudas: colina, altura rocosa o que Sozuuar haya dado en Zazuar, parece, a todas luces, excesivo, pues la altura es un ligero desnivel, si rocosa las bodegas estarían en otro sitio y que aislada referencia  - arcipreste de Sozuuar - aluda al cura de Zazuar, podría, fácilmente, ser pura especulación; todo ello dicho sin ánimo de menos cabo para Zazuar, población que nos parece admirable. ¡Que nos corrija quién por más instruido se tenga!.
 

Abandonamos Zazuar por la C 111 y, a 1.5 km., dirección Aranda, encontramos la localidad de Quemada, con su iglesia Parroquial de Nª. Sra. De la Asunción y su potente torre (XIII), un Cristo del siglo XIV y una imagen policromada de la Virgen con el Niño (XVI), así como los relieves de las columnas que soportan el coro. Sobre el río Arandilla, por el camino del Monte de la Calabaza, un puente romano de tres ojos, a 1 km. escaso de la carretera.

En Quemada, las bodegas históricas están, como en Aranda, bajo de las viviendas, con entrada por el propio portal o, más comúnmente, por puerta auxiliar en la misma fachada. También aquí queda un pozo público.

Quemada cuenta con industria tonelera, la Tonelería Aranzuelo, que aparte toneles para curar el vino, fabrica otros diversos artículos relacionados; incluso las bañeras de las habitaciones de Kinedomus Bienestar

En Quemada seguiremos la ruta tomando la BU 913, hacia Villanueva de Gumiel (tres mentiras – ni villa, ni nueva, ni de Gumiel -, según el castizo; forastero, claro).

En Villanueva es de interés el ayuntamiento (reloj del XIX), la Iglesia Parroquial de San Mamés (retablo y pila bautismal), el molino (río Bañuelos) y el puente romano, el viñedo y los paseos por el pinar (museo del resinero, “Menhir de la Pijotada”, el más pequeño de Europa, y la recogida del níscalo), pero esto lo dejaremos para ruta más específica porque hay que caminar y, en esta ocasión, no hay tiempo.

Bodegas históricas: otro pueblo, otra solución; en Villanueva la curiosidad consiste en que las bodegas se reparten en áreas específicas y en varios pequeños grupos por el municipio.

La BU 913 que atraviesa Villanueva nos lleva al cruce con la BU 910, donde tiramos justo de frente y tomamos la BU 912, dirección a Gumiel de Izán, próxima parada.



Gumiel de Izán es, desde 1965, Conjunto Histórico Artístico, gracias una muy buena conservación de la arquitectura tradicional, menos la histórica, potenciada por el Plan Especial de Reforma Interior y, posteriormente, con el Plan Especial del Conjunto Histórico de 1997. Durante el imprescindible callejeo por Gumiel, hay que atender al Alto del Castillo (buena vista del pueblo y del valle del Gromejón), intensamente horadado por bodegas y sus zarceras (respiraderos), cuyas entradas, junto a las de las viviendas, se reparten por buena parte del poblado, a sus casas, escudos, soportales de la Plaza Mayor, a los restos Antigua Muralla y de la Atalaya, la casa de Santo Domingo de Guzmán, la ermita de San Roque, el Arco de los Mesones y, muy especialmente a la imponente iglesia parroquial de Santa María, sus espectaculares fachada y retablo mayor y a su museo. En su término varios puentes de origen romano y varias ermitas, todo ello testimonio de su importante pasado y, junto con los mejores servicios y el mayor nº de industrias vinícolas y de vecinos de las localidades de la ruta, símbolo de su notable actividad y atractivo actual.
Gumiel de Izán, datada, al menos, de antes de 1042, es Villa Real desde 1326 y conserva en su archivo municipal importantes y exclusivos documentos históricos, como el Privilegio original, el Libro Becerro y otros.

Pisajística y deportivamente (bici de montaña, desde Aranda, a unos 17 km.), de este Gumiel (hay otro, cercano, apellidado del Mercado), siempre nos ha atraído el alto de San Lorenzo, que tiene una vista impresionante, preferiblemente a horas de mañana y de atardecer. Aunque nos apetezca, ya se sabe, el objetivo es otro y no hay tiempo, por lo que hay que dejarlo para otra ruta; Así que tomamos buena nota para ofrecerla cuanto antes.

Según la hora de partida de Kinedomus Bienestar y lo que nos hayamos entretenido en cada parada, es seguro que, si no antes, nos ha dado la hora de comer, para lo que podemos aprovechar en Gumiel de Izán, o llegarnos al siguiente punto, Quintana del Pidio (pidio = castillo), donde, en el Centro de Turismo Rural EL Soto, nos pueden servir una buena comida con productos y vinos de la tierra. En los salones del Centro tienen dos pozos de los que la antigua fonda y posada se servirían de agua, sin necesidad de acudir a la fuente pública.  En Quintana la arquitectura tradicional del vino, ha dejado una buena cantidad de bodegas, así como buenos lagares – algunos restaurados -, comparados con el tamaño de la localidad. Como otros tantos lugares, necesita una buena inversión para recuperarlos; también para su curiosa, y en peligro, iglesia parroquial. Interesante de ver el “campo de zarceras”, de las que cada día quedan menos. Hay varias casonas y escudos. También se conserva activo un palomar (de los “circulares”)

Respecto de las necesidades de dinero para que la iglesia no termine por hundirse, comentábamos con un parroquiano si su estado no significará que el cura no está en muy buenas relaciones con los que, en el pueblo, tienen dinero para echar una mano, puesto que sí parece haberlo en abundancia para la industria del vino. Extraña, así mismo, que no se haya arreglado en los pasados años de abundancia, en los que hubo para todo y todos; por ello pensamos que difícilmente lo habrá a corto plazo y que, en consecuencia, la iglesia peligra. Ojala nos equivoquemos.
En los pueblos de la ruta el vino es una parte esencial, no solo en el plano económico. Esto en Quintana es especialmente significativo; ¿quizás porque Quintana cuenta, según parece, con las vides más viejas - o de las más viejas - de la Ribera del Duero, dato que se nos antoja de interés, influencia y significado para la enorme repercusión del tema vino en la localidad?.

Bien, vamos a cerrar aquí y por ahora la ruta, dejando el paso por los siete pueblos que aun nos faltan de visitar para otro día. Antes, anotar que habremos pasado junto a más de 30 bodegas modernas, siendo imposible visitarlas todas, aunque verdaderamente lo merezcan, sea por su situación, su estética externa y / o interna, su organización de procesos de elaboración, etc. Podemos elegir alguna y disfrutar de que en general ofrecen visita a las instalaciones, poniéndonos al día de cómo se hace un buen vino, ofrecen catas y, evidentemente, su vino, aspectos que pueden aprovecharse en la medida que cada cual desee. Conviene confirmar información y horarios.

Evidentemente, las variantes que se puede dar a la ruta son tantas como cada viajero quiera y según sus particulares preferencias y lo que se entretenga en los lugares; así que cada cual elija.

Llegada la hora de tomar un tentempié o comer, en casi todos los pueblos hay donde o, si no,  lo habrá en el siguiente. Incluso alguna bodega cuenta con restaurante, como es la de Portia, en Gumiel de Izan.

¡Feliz viaje!.

PD: Recomendamos la ruta también para bicicleta de carretera. Son en total unos 100 kilómetros – la mitad el recorrido descrito en esta primera parte -, por el siempre interesante, bello, cambiante y diverso paisaje del Duero burgalés. Si además del recorrido en bici, se quiere  ver los puntos de interés, no tendremos tiempo en el día para retornar a Kinedomus Bienestar. Se puede prever o, si estamos avisados, ir con la “furgo” a recoger al grupo y bicicletas.
La variante para bicicleta de montaña, también posible e interesante necesitaría, evidentemente, más tiempo y estaría limitada a expertos, por las distancias y exigencia de la orografía. Y ya puestos, ¿por qué no en moto todo terreno o en caballo?.

lunes, 1 de julio de 2013

La Vid, Virgen del Monte y viñedos de Castillejo de Robledo.


La escapada que os presentamos en esta ocasión tiene una parte cultural muy importante, pero también un poco de senderismo, paisajes y gastronomía. Y si eres de los que les gusta la bici y no tienes miedo a cansarte, también tienes posibilidad de hacerla sobre dos ruedas.

Hablamos hoy de una ruta y parajes que, recorridos varias veces como hemos hecho nosotros, siguen siendo especiales y nunca cansan, así que, cuando se visitan por primera vez, cuesta desoír la llamada a permanecer, a seguir empapándose de Ribera del Duero.

Partimos con el coche de Kinedomus Bienestar, en la nacional 122, en el tramo que une Aranda de Duero, capital de la Ribera del Duero, con Fresnillo de las Dueñas, primera localidad en dirección a Soria, hacia donde - rumbo este - tomamos. En minutos llegamos al pueblo de La Vid, pueblo surgido del traslado de las familias del cercano Linares del Arroyo, cubierto por las aguas del embalse del mismo nombre, en el río Riaza e inaugurado en 1958. Zona muy interesante, pero del Riaza y su entorno hablaremos otro día.

En la Vid encontramos el histórico Monasterio de Santa María de la Vid (inicios del XII) que, tras diversos periodos de cambio de manos y abandono desde la Desamortización del XIX, finalmente, desde 1930, fue adquirido, ocupado y cuidado por los Padres Agustinos. El monasterio se encuentra junto al río Duero y al puente medieval, antiguo paso de la N 122. En el monasterio puede hacerse una interesante visita guiada por los propios Padres Agustinos con horarios de mañana y tarde. No dejar de ver la importantísima biblioteca, fachada e iglesia, claustro, museo de arte sacro, etc., existiendo la posibilidad de, tras la visita, compartir almuerzo con la comunidad religiosa.

En el mismo pueblo de La Vid, junto al monasterio puede visitarse la moderna bodega de El Lagar de Isilla. Tras estas visitas, junto a la tapia del monasterio, podemos realizar una pequeña marcha de senderismo, o un bonito paseo si se prefiere, por el camino que surge al oeste. Esta marcha enlaza, 2’5 km. después, con el del Valle de la Virgen del Monte, a cuya cueva-ermita, recientemente remozada, se llega remontando el valle, por entre bosque mediterráneo de carrasca (encina), pino, sabina albar, enebro, etc. Si, una vez visitada la ermita, junto a la que hay una fuente en la que se puede rellenar la cantimplora, se continúa ascendiendo por el sendero, se accede a los viñedos de Castillejo de Robledo, ya en la provincia de Soria y los cuales son los de mayor altitud (en torno a los 1000 m.) de los de la Ribera del Duero. Conviene elegir la hora de visita a los viñedos en función de la época del año y situación atmosférica y climática, ya que la imagen que recuerdo y fotografías conservarán, pueden ser muy diferentes según la ocasión.

La tradición sostiene que en estos parajes Sol y Elvira, hijas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, sufrieron lo que se dio en llamar la afrenta del Robledal de Corpes, causada por los infantes de Carrión, sus esposos, y que, posteriormente, vengó D. Rodrigo, matando a los Infantes por mano de los suyos. Si sería personaje importante Mío Cid que casolas luego con los infantes de Navarra y de Aragón, personajes de mucho más nivel que los de Carrión.

El recorrido hasta la Virgen del Monte y viñedos de Castillejo son unos 12 km., es decir 3 h, entre ida y vuelta caminando desde la Vid. Si se desea visitar la localidad de Castillejo de Robledo, puede ser excesiva para ir a pié (ya que en total supone unos 20 km.), pero también tenemos la posibilidad de volver al monasterio para completarla en coche.

 
Una vez en en el pueblo de Castillejo de Robledo, pueden visitarse las ruinas del castillo medieval y único castillo Templario de Casitilla y León (S. XV), la sencilla pero bonita iglesia románica (S. XII) de la Asunción de Nuestra Señora y diversas bodegas, tanto modernas como antiguas. Estas bodegas son de particulares, pero seguro, encontraremos algún amable vecino que nos ofrecerá visitarla y hasta un trago de clarete. Recomendable en Castillejo, en la Venta de Corpes, el cocido de puchero, como el de antes, buenísimo. Se oye por ahí que si lo terminas, ¡te invitan! Sería ruinoso porque, aunque hay que ser bastante tragón, muchos conseguimos terminarlo. Nosotros no hemos visto nunca tal publicidad.

 
Castillejo de Robledo es, además, conocido internacionalmente por las instalaciones de la Federación Española de Caza (Escuela Nacional de Caza, Centro Integral de Estudios y Prácticas Cinegéticas, campo de tiro y recorridos de caza, etc) y los diversos campeonatos nacionales e internacionales, seminarios de gastronomía de caza, etc., aquí organizados desde 1979. 
 
Otra opción interesante para esta ruta es realizarla en BTT o bici de montaña, recomendada para gente de cierto nivel, pues los últimos tramos del Valle de la Virgen del Monte, tanto en subida, como en bajada, son bastante técnicos y exigentes. Ruta de nivel si situamos salida y llegada en Kinedomus Bienestar con 55 km de trayecto

Si te ha parecido una ruta interesante y tienes ganas de realizarla no dudes en contactar con nosotros con tus consultas, haremos todo lo posible por ayudarte con tus preparativos. Puedes localizarnos escribiendo en este blog, a través del e-mail info@kinedomus.es o del teléfono 947613878.