Esta
vez la ruta la presentamos como deportiva y de cierto nivel; es decir, para
personas medianamente entrenadas; un
poco por su kilometraje, aunque tampoco sus 43 km . son para tanto, y
porque, aunque no sea muy técnica, sí que – por algunas pendientes - requiere
manejar la bici de montaña con soltura y práctica.
Salimos
de Kinedomus Bienestar ya sobre la bici de montaña que, por los términos y
caminos de Fresnillo, Aranda, Fuentespina, Milagros y Torregalindo, sus
primeros 17 km .,
nos lleva al punto para nosotros más significativo de esta ruta, el alto de La Mata (938 m .), en la margen sur del
Río Riaza y a algo más de medio camino entre las anotadas localidades ribereñas
de Milagros y Torregalindo. Es un punto que nos tiene subyugados: superados el 1.5 km . de distancia y los 100 m . de desnivel del alto
sobre el río, nos abre el paisaje limitado al sur por la Serrezuela de Pradales
y Peñacuerno (1380 m .).
La depresión entre ambos, su conjunto de alcores y mesetas, caminos, arroyadas
y barrancos, montes, arboledas, labrantío, perdidos..., se nos antoja un
caleidoscopio de tonos, colores, sombras y perspectivas, que, con los giros
atmosféricos, el giro de las estaciones, de los días y, aun, de las horas y
hasta de los minutos, siempre nos parece
de postal, o de lienzo. Merece la pena dedicarle un rato; mientras podemos
recuperar el aliento y reponemos fuerzas.
Otro
día más propicio dedicaremos este blog a una ruta hasta Peñacuerno, también muy
interesante; un poco más larga.
Desde
el alto de la Mata ,
tras dar cuenta del bocadillo, barritas…, en descenso, iniciamos el ataque a
los aproximadamente 26 km .
restantes. Hay que bajar al arroyo de Riofresno (generalmente seco), para,
luego, remontar hasta el pueblo de Pardilla, cuyos caminos seguiremos dirección
norte, hacia Milagros - nuevamente el Río Riaza -, luego Fuentelcesped y el
arroyo de la Nava ,
desde donde saltaremos al Duero por la divisoria intermedia, acercándonos y
bajando a Fresnillo, pasando por el barrio de Bodegas, para terminar,
nuevamente, en Kinedomus Bienestar, donde con una sesión de masaje, y / o de
SPA y una buena comida, repararemos el desgaste sufrido y nos dispondrán para
seguir disfrutando del día o de semana y de la Ribera del Duero.
Imagen
1, croquis de la ruta:
El
perfil de la ruta (ver imagen 2) demuestra que no hay grandes desniveles ni
largos ascensos, si bien sí que, como continuamente cambiamos de valle, sube y
baja en igual medida. En general, los porcentajes no superan el 8 o 10, pero,
entre sus tramos, algún descenso o ascenso es superior al 15 % y / o tiene
alguna pequeña dificultad técnica; concretamente en la bajada a Fuentespina
desde el Carpio, hay una pequeña trialera y terreno suelto; hacia Milagros, por
el camino de la autovía, corto descenso (50 m .) de hasta 18 % y, también, terreno
suelto. En la Cuesta
de la Mata , un
tramo de unos 300 m .
supera el 16… Entretenido, como se puede apreciar.
Imagen
2 – perfil -
En
general hay buenos caminos, pero en algún punto puede ocurrir que por escaso
tránsito, siembra (ej.: enlace de Arroyofresno; por suerte, hay una rodera
reciente de un tractor), etc., la vegetación se haya apoderado del paso; sobre
todo en años de mucha lluvia y calor, como el presente, en que la vegetación es
asombrosamente frondosa. Hemos recorrido la ruta hace poco y no tiene
problemas, pero no sobra ir atento a hoyos u obstáculos nuevos.
Hoy,
el objetivo, ha sido deportivo, no proponiéndose visita a los propios pueblos,
edificios históricos, bodegas modernas, etc., pero a veces son paso obligado
porque allí están los puentes; es decir, que oportunidad sí hay. Además, las
rutas no la hacen los libros o las guías, los mapas o, ni siquiera, los blogs o
las webs, hoy tan impuestas, si no cada cual a los mandos de su bici, moto,
zapatillas...; es decir, que la ruta Kinedomus Bienestar – Cuesta de la Mata , en realidad, la haces
tu, amigo lector, y te permite tantas variantes como tu gusto o humor del día te
sugieran. Eso, sí, en Kinedomus Bienestar, si nos visitas o consultas, te
ayudamos a organizar tu jornada.
Esta
ruta se recorre también, ahora en verano, para tomar el sol. Te aclaramos: no
esperes tramos a través del bosque, por sombra…, aunque no faltan sitios para
rellenar de agua (hace falta beber mucha) el bidón, ni sombra para descanso.
Ya
sólo advertir que Castilla, está cambiando de colores – los ha cambiado, casi,
ya -; se agotan las espigas, que sólo esperan la recogida. Quedarán sobre la
tierra sus largos pedestales, tendidos, y, aun en pié, sus pacíficos cañones, a
la espera del arado. Quedan, aun, entre el rubio pajizo, multitud de manchas
verdes, diferentes tonos de pinares, frutales y arboledas, la dulce remolacha,
la socorrida patata, el girasol, maíz, las frondosas cepas al cuidado de las
uvas, futuro fermento de alianza y amistad…, ¡queda mucho para ver!.
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