Os proponemos hoy una bonita cercana ruta, pues transcurre por la ribera sur del río Duero, en buena parte a través de terrenos próximos a Kinedomus Bienestar, por los términos de las localidades ribereñas de Fresnillo de las Dueñas y de Fuentespina.
La ruta es bien bonita e interesante, encontrando una significativa variedad de elementos ambientales, paisajísticos y culturales típicos de la Ribera del Duero. Se trata de un PR (sendero de pequeño recorrido, señalado por marcas blancas y amartillas) descrito en la guía de senderos de la Ribera como “BU 161” , de hasta casi 17 km . y unas 4 horas de caminar (personal bien entrenado no menos de 3), pero adaptable, según gustos, tiempo y ganas a diversas opciones, ya que el trazado permite acortar o retornar en varios puntos; siendo circular, es realizable en ambos sentidos, sin que la dificultad suba a causa de su orografía: todo son llanos y pendientes suaves (solo 215 m . de ascenso total).
Los aspectos urbanos, monumentales, artísticos, etc., de Fresnillo y Fuentespina están descritos en este mismo Blog, en las rutas de 08 y 23 de julio reciente, por lo que evitamos repetirnos aquí. Aconsejamos, sí, contar con tiempo suficiente para, como mínimo, hacer un pequeño paseo; también por la zona de bodegas donde, con un poco de suerte, podemos incluso ser gratificados con un trago de clarete fresquito y hasta con una parrafada a la sombra, con el paisano de turno, tras el saludo o comentario atinado.
Partimos de Kinedomus Bienestar a pié, ya que el hotel está muy cerca de la salida / llegada de Fresnillo y de alguno de los tramos de la propia ruta. Por la linde de la parcela este (ahora un perfectamente practicable rastrojo) accedemos a un camino que nos lleva a Fresnillo y su plaza mayor. Al fondo de la plaza, detrás de la fuente de San Pedro, un panel señala el inicio del sendero e informa de lo más significativo.
La senda es siempre un cómodo camino y está bastante bien señalizada, pero en los cruces conviene ir atento porque a veces, sin sitio ideal para la marca, ésta puede estar no muy a la vista o algo antes o después del cruce. Actualmente se construye la autovía del Duero y, a la ida desde Fresnillo, llegando al canal de Guma, puede haber alguna dificultad. Hay que buscar el paso bajo la autovía, atravesar el canal y tomar hacia la izquierda, hasta encontrar nuevamente la marca.
Tras haber atravesado la vega, en el km. 3.5 de la ruta, a la derecha, se deja el camino del canal y entramos en el monte. Para nosotros ésta es la zona más bonita y, también, la más cómoda en días de calor o de viento y frío. No sabemos muy bien el motivo, pero lo cierto es que nos gustan sobremanera estos caminos y sendas del bosque serpeando entre las encinas, pinos, carrascas, robles, sabinas…, uno siente que está en “su sitio” entre estos aromas a encina, a jara, a tomillo, a resina… En los días de calor tenemos una maravillosa sombra y hasta una pizca de brisa, vale, pero la sensación de pasear por aquí en los días de frió – incluso de nieve -, bien abrigados, protegidos del viento por la barrera de árboles, esa sí que es una sensación única.
Aproximadamente desde el km. 7 de la ruta, se deja el monte y se baja hacia la vega, sobre cuya ladera sur se tiende en, adelante, el camino que se acerca hasta el canal de Guma para rebotar y, remontando de nuevo la suave ladera, dirigirse a Fuentespina, al pricipio entre el cereal; entre viñas a la llegada a esa localidad e inicio de la vuelta hacia el este, para descender nuevamente a la vega a medida que retornamos a Fresnillo.
Una vez en las cercanías de la vega (kms. 9 a 11), es muy fácil, si no se quiere hacer la ruta entera, descender hasta el canal, atravesarlo y, por cualquiera de los diversos puentes y múltiples caminos, dirigirse a Fresnillo y KinedomusBienestar, a la vista durante gran parte del recorrido.
Esta ruta bien pudiera llamarse de los ferrocarriles abandonados o algo parecido, puesto que es el ferrocarril un elemento con el que continuamente nos encontramos: al salir y regresar a Fresnillo, el antiguo Valladolid – Ariza, junto al que habremos caminado algún pequeño tramo ya casi oculto por la vegetación, tras décadas sin pasar trenes; cerca de Fuentespina, también por dos veces, habremos pasado sobre el ferrocarril Madrid – Burgos, también abandonado – recientemente en este caso y tras pocos años de uso, aunque comenzado a construir en los años 20 del siglo pasado - y al regreso y en los aledaños de Fuentespina. Da verdadera pena leer la historia de ambos y tanto esfuerzo en vano, dejado a su suerte, tantas posibilidades perdidas por no se sabe bien que motivos; o al menos los ciudadanos de a pie no somos capaces de entender los motivos, especialmente cuando en gran parte de Europa, espejo en el que se supone que España se mira, el tren es el rey – o casi – del transporte terrestre.
También preside buena parte de la ruta la chimenea de la antigua azucarera de Aranda de Duero, hoy abandonada y destrozada por los amigos de lo ajeno, que han encontrado en las instalaciones su coto particular. Fue una industria muy importante en la zona, tanto para los agricultores (remolacha azucarera), como para el mundo laboral. Hoy es solo historia y, suponemos, espera un nuevo empujón inmobiliario para sacarle un último y sabroso jugo.
Bueno, dejemos a un lado los abandonos y apartemos de nosotros las notas tristes, que hoy se trata de caminar un poco, disfrutar del paisaje, de los pájaros, del aroma de los campos de Castilla y de mover las piernas y el corazón.
¡Adelante y feliz jornada!.
La ruta es perfectamente apta, también, para bici y moto todo terreno o caballo.
EnKinedomus Bienestar, disponemos de la guía de senderos y de folletos resumen de la ruta. También os ofrecemos información para la preparación de vuestra ruta y la posibilidad de hacerla guiada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario