¿Qué
tal, hoy, un paseo conjuntando el entorno rural de Aranda de Duero, - Monte de
Costaján -, con dos de sus elementos más singulares, tradicionales y atractivos, su patrona la Virgen de las Viñas y las antiquísimas bodegas históricas?.
Unos
minutos de coche desde Kinedomus Bienestar, para
acercarnos el santuario de la
Virgen de las Viñas, patrona de Aranda de Duero, al norte de
la población, desde donde iniciamos el recorrido a pié que proponemos a
continuación.
Con
el coche a la sombra, partimos hacia el norte, travesamos el pinarcillo de la Virgen , la circunvalación y
tomamos dirección al monte de Costaján, a la sombra de cuyas encinas, pinos,
robles, etc., caminaremos siguiendo las sombreadas, sinuosas y entretenidas
sendas que lo entrecruzan. Terminado el recorrido por el monte, otro camino,
entre cultivo de cereal y viñas, nos devuelve hacia la ermita de la Virgen de las Viñas, al parque y paseo del
mismo nombre y, por Fuente Minaya, entramos en Aranda y nos acercamos al centro
histórico para visitar una bodega histórica subterránea.
En
el monte el aroma a jara, a pino, a bálsamo, el colorido vuelo de mariposas,
libélulas…, casi a ras del verdor o del suelo, las pequeñas aves, en lo alto
las grandes; los múltiples verdes (jaras, jóvenes y viejos pinos resineros y
piñoneros, enebros, sabinas, robles, encinas…), las cerradas laderas y
barrancos, las tortuosas sendas, delicia de los ciclistas de montaña, la luz
filtrada por las hojas y el leve aplauso de unas contra otras con que celebran
nuestro paso, impulsadas por la casi constante brisa o, con más entusiasmo, si
por el recio viento del oeste. Nos gusta…, más, nos apasiona el monte. Por eso
hablamos tanto del monte.
El
pinarcillo de la
Virgen , también merece un comentario: es lugar de perenne
sombra y descanso, de juegos de cartas, conversación, almuerzos y meriendas. En
él jubilados y ardillas compiten por el deseado y sabroso piñón. ¡Y son, sólo,
“cuatro” árboles…!.
Arandade Duero, capital de la Ribera del Duero, suficientemente documentada y ya
dotada de otros servicios de guías y demás, no es objetivo de este blog, más
interesado en la actividad deportiva en
la naturaleza, así que no vamos, aquí, a entreteneros con relatos sobre
su historia, riqueza monumental o museística, etc. Haremos, sí, una breve
reseña sobre la ermita de la
Virgen de las Viñas por ser el punto de inicio del paseo y
sobre las bodegas, porque aprovecharemos la visita a una para refrescarnos
exteriormente del calor del paseo, e interiormente con el rico vino clarete,
tomado del jarro o del porrón:
Del
parque de la Virgen
de las Viñas, la anécdota de que, habiendo sido hasta los años 80 magnífica
olmeda, refugio de enamorados a la vez que campo de aventura para los chicos,
la grafiosis terminó con los olmos, a la vez que con todos los de España.
Perdimos, evidentemente, pero – consolémonos, puesto que la cosa no parece
tener remedio -, de seguir los olmos, seguramente no se hubieran plantado los
ciruelos japoneses que, hoy, ocupan la parte central de parque, ciruelos
magníficos todo el año, pero especiales en época de floración, en que sus
enormes copas, asombrosamente blancas, proporcionan un bellísimo e
impresionante espectáculo; salvando todas las distancias, nos trae a la memoria
los almendros de Medina Azahara. Esta es la parte positiva.
Las
bodegas históricas: La bodega más antigua de que parece haber noticia, puede
estar en Caleruega, a unos 20 km . al este de Aranda, la
llamada Cava de Alfonso VIII y sería de 1.170. Sin datación gráfica de las
bodegas de Aranda, siendo
la población más importante de la zona una vez consolidada la frontera sur del
Duero, sería también de las primeras poblaciones en cultivar, elaborar,
conservar y sacar al mercado el muy a preciado vino de la Ribera , constituyendo las
bodegas un elemento imprescindible en ese proceso. Actualmente se
contabilizarían hasta 7 km .
de túneles horadados bajo las casas del casco antiguo, muy buena parte de ellos
bien cuidados y / o recuperados, cuando un número indefinido, pero seguro que
no pequeño de bodegas o naves se ha hundido, acenagado, tapiado, etc. en siglos
de uso, intercambio, etc. y, contemporáneamente, en décadas de nuevas
construcciones, abandono y olvido; su construcción, adivinamos, fue una labor
ingente en recursos, tiempo y esfuerzo, considerada la profundidad (entre 9 y 11 m .), dimensiones (unos 3 x 5 m .), arquerías de sillar,
mamposterías... De 1.503, un singular pleito y expediente (archivo de Simancas)
demuéstrala un desarrollo ya pleno del
negocio vinícola y del trazado subterráneo Arandino. No atrevemos a asegurar
que la tarea necesitó el trabajo de varios de los siglos precedentes.
¡Feliz
jornada!.
En
Kinedomus Bienestar, os ofrecemos toda la
información que necesitéis para la preparación de vuestra ruta.
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