En invierno, cerca de
Kinedomus Bienestar, un espectáculo natural, indiscutiblemente, merece verse:
la danza de los estorninos al principio y final del día.
La cita, en Aranda de Duero,
Parque General Gutiérrez, al amanecer y al anochecer, cuándo millares de aves
se concentran y ponen de acuerdo para ofrecer sus espectaculares exhibiciones.
Nos atrae la incuestionable
belleza de su particular y variada danza y lo peculiar de sus enormes
concentraciones; pero también su comportamiento y aptitudes, con lo que
aseguran la continuidad de la especie, en un mundo que no juega, precisamente,
a favor de la naturaleza.
La propuesta es, desde
Kinedomus Bienestar, acercarse a Aranda de Duero, a las cercanías del Parque
(unos 3 km .)
que las aves han elegido como su principal lugar de pernocta en la Ribera del Duero.
¿Por qué los estorninos
elijen un lugar, desechando otros?: ¿posibilidades de alimentación?,
¿temperatura nocturna?, ¿tipo, tamaño, estado, situación, de árboles,
construcciones, etc.?.. En el caso han elegido Aranda y, en Aranda, dos o tres
espacios arbolados, aislados, entre la población y el polígono industrial. ¿Por
qué?. Es tan misterioso como la causa de los ¿caprichosos? vaivenes de su
danza.
El cambio de forma de la
bandada se debe a que, contra lo que se suele decir, no se muevan al unísono.
En realidad, lo hacen por grupos más o menos numerosos que, una y otra vez, se
separan y reúnen; no necesaria ni esencialmente la mayor parte de la bandada. A
veces, los grupos se cruzan y juntan un instante, para, después, continuar,
nuevamente separados… Cuando palomas, grajillas u otras especies atraviesan la
bandada, son atacados y perseguidos por grupos de estorninos; a veces la va
bandada detrás, sin, no obstante, traspasar una cierta frontera.
Volando son todo orden y
sincronización, pero llegado el momento de dormir, descienden a los
árboles, por grupos, olvidándose de todo, excepto, parece, de discutir entre sí
por el lugar de cada cual. La algarabía puede durar casi toda la noche, sin que
consigan ponerse de acuerdo.
Obviando lamentables
perjuicios que en poblaciones menos afortunadas que Aranda, sufren los que han
de soportar vivir junto a, o bajo los posaderos de los estorninos, acaso
podamos coincidir en que se trata de una especie bien peculiar, llamativa,
interesante y, quizás, hasta admirable.
Referencias interesantes:
y
¿Quieres venir y
disfrutarlo?.
En Kinedomus Bienestar, tenemos a tu disposición toda la información y
ayuda para preparar tu ruta.
¡Feliz jornada!
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