miércoles, 15 de enero de 2014

De pesca por los ríos de la Ribera del Duero Burgalesa




A medida que se acerca la primavera muchos aficionados a la pesca ya empiezan a sentir esa necesidad de volver a coger todos sus aperos de pesca y echarse al río.

Si hablamos de las distintas especies que pueden pescarse en los ríos de la Ribera del Duero, las carpas y los barbos son los que dominan en el propio río Duero, aunque también empiezan a obtenerse buenas capturas de lucio-percas en este río. Pero sin duda el pez más perseguido por los aficionados a la pesca en esta zona es la trucha.
Para disfrutar de la pesca de la trucha disponemos de muchos afluentes en la zona de la Ribera del Duero: el Riaza, el Arandilla y sus afluentes, el Esgueva,… todos ellos a menos de 20km de Kinedomus Bienestar. En general todos estos ríos son cursos cortos y de poco caudal, predominan las tablas con algunas chorreras y pozas y excepto el Riaza, cuyo caudal está controlado por el embalse de Linares del Arroyo, su bajo caudal y el aumento de la vegetación en la época estival hacen que su pesca sea casi una pelea con ramas y espadañas cuando el calor aprieta. Sin embargo la primera parte de la temporada, la cual se inaugura el primer domingo de abril (al ser Burgos una provincia de la zona norte de Castilla y León), nos pueden deparar unas agradables jornadas de pesca obligándonos a perfeccionar nuestra técnica en cada salida de pesca.

Pero seguramente el río más conocido de esta zona para los pescadores de trucha de esta comunidad y las de alrededor, sea el Riaza. Un río con una población de trucha más que aceptable gracias a las zonas libres sin muerte que hacen las delicias de los pescadores de mosca y de cucharilla de un arpón. Si se desea disfrutar de su pesca, es imprescindible tratar de informarse de los caprichosos cambios de caudal fruto de una incomprensible política hidrológica que tan pronto tiene el río por debajo de su caudal ecológico, como puede bajar muy fuerte y tomado. Pero eso sí cuando se tiene la suerte de disfrutar de una jornada en la que sus pintonas de más de cincuenta centímetros sucumben al engaño de nuestros señuelos, el pescador entiende porqué la fama de este río.

Si deseas disfrutar de una jornada de pesca en la Ribera del Duero, no dudes en contactar con nosotros para pedir más información.

Saludos y feliz escapada!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario