Gumiel de Izán es otro de esos pueblos imprescindible en la Ribera del Duero. Así es
que, si has estado, lo has visto…, si no lo viste, tienes que volver para
pasear sus calles, su plaza mayor, ver su magnífica iglesia, puertas norte y
sur de acceso, bodegas…
Para llegar a esta población desde Kinedomus Bienestar, cruzamos Aranda de Duero, en
dirección norte, hacia Burgos, como a 10 kilómetros
encontraremos el desvío de la A
– 1 que, en otro km., nos deja en la entrada sur de Gumiel de Izán.
Dejemos el coche y recorramos el pueblo a pié.
El pueblo está constituido por un magnífico conjunto
arquitectónico histórico y tradicional castellano: plaza y calle “mayores” y
callejas laterales en toda dirección buscando para puertas y ventanas el
resguardo de los vientos, de la lluvia, nieve y hasta del, a veces, abrasador
sol del corto verano mesetario. Hay que pasear el pueblo y saborearlo.
En la magnífica plaza mayor, la espectacular y muy interesante
iglesia de Santa María la Real
que no hay que perderse. Tiene varios atractivos, pero solo su portada y/ o su
retablo mayor ya merecen un viaje. Hay que verlo con calma y apreciar su
espectacularidad y valía artística e icónica.
Al abrigo de las callejas y bajo sus casas (piedra, adobe,
ladrillo y madera que, bien conservados, componen el panorama urbano), en
bodegas de buen tamaño y factura, guardaban los gomellanos hasta hace una pocas
décadas, el vino del que, en buena parte, dependía el sustento anual de las
familias. Todavía algunos lo siguen haciendo; ya solo para consumo propio
diario y en meriendas y celebraciones.
En el tema enológico, Gumiel de Izán, como la Ribera del Duero en
general, por supuesto, ha evolucionado enormemente y, ahora, los ricos caldos
de la zona se elaboran en modernas instalaciones. En esta localidad se da una
de las mayores concentraciones de empresas bodegueras de la Ribera , con más de 10
bodegas. Éllo da idea, tanto de las magníficas características tanto de la
tierra como de las gentes gomellanas y de su capacidad e iniciativa. Cuenta
Gumiel, en todo caso, con una de las bodegas modernas más singulares de la Ribera y que más visitas recibe , como es la bodega
Portia. Alejada totalmente de la tradición - sólo hormigón y acero, a pesar de
lo cual o, quizá, por ello, nos parece súmamente interesante - de lejos,
tendido en la ladera, aparece su caparazón de metal “óxido”, cuya espalda, en
época de vendimia, recorren, cual insectos irisados, las cargas de uva para ser
depositadas en el vértice de la armadura, en donde comienza el nacimiento de
los magníficos tintos.
En Gumiel de Izán, en la
Plaza mayor, existe una oficina de turismo municipal donde se puede recoger información sobre esta localidad y la zona.
¿Quieres venir y disfrutarlo?.
En Kinedomus Bienestar, tenemos a tu disposición toda la información y ayuda para preparar tu
ruta, no dudes en preguntarnos.
¡Feliz escapada!
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