A
medida que se acerca la primavera muchos aficionados a la pesca ya empiezan a
sentir esa necesidad de volver a coger todos sus aperos de pesca y echarse al río.
Si
hablamos de las distintas especies que pueden pescarse en los ríos de la Ribera del Duero, las
carpas y los barbos son los que dominan en el propio río Duero, aunque también
empiezan a obtenerse buenas capturas de lucio-percas en este río. Pero sin duda
el pez más perseguido por los aficionados a la pesca en esta zona es la trucha.

Pero
seguramente el río más conocido de esta zona para los pescadores de trucha de
esta comunidad y las de alrededor, sea el Riaza. Un río con una población de
trucha más que aceptable gracias a las zonas libres sin muerte que hacen las
delicias de los pescadores de mosca y de cucharilla de un arpón. Si se desea
disfrutar de su pesca, es imprescindible tratar de informarse de los
caprichosos cambios de caudal fruto de una incomprensible política hidrológica
que tan pronto tiene el río por debajo de su caudal ecológico, como puede bajar
muy fuerte y tomado. Pero eso sí cuando se tiene la suerte de disfrutar de una
jornada en la que sus pintonas de más de cincuenta centímetros sucumben al
engaño de nuestros señuelos, el pescador entiende porqué la fama de este río.
Saludos
y feliz escapada!
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